En un entorno donde la producción nacional de alimentos retrocede en rubros básicos, al igual que en la manufactura, podría esperarse que la escasez aumente los próximos meses, pero gracias a la escalada de los precios del petróleo, el Gobierno contará con divisas para elevar las importaciones.
Entre 2000 y 2008, de acuerdo con las estadísticas del Banco Central, las importaciones aumentan su peso dentro de la oferta total desde 20,3% hasta 31,9% y en los últimos dos años, en medio de la caída del consumo, descienden hasta 27,5%.
Todo apunta a que este año, presionado por la escasez en los mercados, la administración de Hugo Chávez recurrirá a un mayor desembolso de petrodólares para contener por esta vía los problemas de oferta.
En el cuarto trimestre del año pasado el precio del petróleo venezolano se ubicó en un promedio de 78 dólares el barril versus 68,95 dólares en el tercer trimestre y Cadivi aumentó la aprobación de dólares al tipo de cambio preferencial, desde un promedio diario de 109,4 millones hasta 130,6 millones.
En este momento, gracias a la crisis que sacude al Medio Oriente, la cesta petrolera venezolana se cotiza en 97,51 dólares y todo apunta a que Cadivi seguirá incrementando la entrega de divisas.
De esta manera podrá disminuir el desajuste entre la oferta y la demanda que los consumidores comienzan a sentir con mayor fuerza.
El Banco Central de Venezuela admite que en febrero aumentó la escasez y los encuestadores encargados de constatar los precios detectaron que de cada 100 productos que solicitaron en abastos, supermercados y toda la red de establecimientos que cubre al país, 13,1 no estaban disponibles versus 12,6 en enero.
Si bien las importaciones evitarán el ascenso de la escasez hasta niveles críticos, no podrán evitar que nuevamente Venezuela sufra la mayor inflación de América Latina.
Bancos de inversión como Barclays y firmas especializadas como Ecoanalítica coinciden en que este año el incremento de los precios estará nuevamente en el orden de 30%.
En el alza de los precios juega un rol importante la devaluación de la moneda. En enero el Gobierno incrementó el precio del dólar para las importaciones de alimentos y medicinas desde 2,6 bolívares hasta 4,30 bolívares.
A lo anterior se añade que el costo de los alimentos se ha disparado en el mercado internacional. El índice de precios de la FAO precisa que los alimentos aumentan 2,2% en febrero, "el récord más alto tanto en términos reales como nominales", desde que se creó el registro de precios en 1990.
El Gobierno controla el precio de una amplia gama de productos básicos y aun no ha permitido que las empresas y los comercios ajusten el impacto de la devaluación.
Productos básicos como el arroz, la harina de maíz y el grueso de las medicinas aun no han aumentado de precio al igual que durante los tres primeros meses de 2010, cuando el Gobierno también recurrió a la devaluación y retrasó los ajustes en los rubros más sensibles.
En 2010 los productos controlados aumentaron 5% en los tres primeros meses pero en abril el Ejecutivo soltó las amarras y la inflación acumulada prácticamente se duplicó y trepó hasta 9,2%.
Fuente: El Universal.
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